¡Es posible que el megalodon siga vivio!
Pero incluso este tiburón se quedaría pequeño al lado del Carcharocles megalodon, una especie fósil conocida sólamente por sus dientes, de hasta veinte centímetros de longitud, el triple que los dientes del jaquetón, y por algunas vértebras. Se ha calculado que este tiburón podía alcanzar entre quince y veinte metros de longitud total y un peso de treinta toneladas.
Entonses ¿Existe aùn el Megalodon?
El aviador y pescador deportivo Pierre Clostermann, en su libro “Des poissons si grands” (1969), relata, sin citar sus fuentes, un suceso interesante, supuestamente acaecido en 1954: Durante una tormenta en aguas de Timor (Indonesia), el balandro australiano Rachel Cohen sufrió un violento choque. De vuelta en Adelaida, cuando se fueron a realizar reparaciones en el barco en dique seco, aparecieron incrustados en la quilla de madera, formando un semicírculo de casi dos metros de diámetro, diecisiete dientes de jaquetón de unos diez centímetros de longitud y ocho de base, a la altura del eje de la hélice, que estaba torcido. Es muy frecuente que los reflejos de las hélices de los barcos atraigan a los jaquetones; el que atacó al Rachel Cohen debía de medir, de acuerdo con los ictiólogos australianos que, según Clostermann, examinaron el barco, veinticuatro metros de longitud.
La existencia actual del Carcharocles megalodon, o de otra especie de tiburón gigante, podría explicar las observaciones esporádicas, principalmente en aguas australianas y sudafricanas, de enormes tiburones blancos de más de veinte metros de longitud. Algunos de los testigos han sido marinos o pescadores experimentados, por lo que la confusión con otras especies conocidas de tiburones, como el tiburón-ballena o el peregrino, es poco probable. Por otra parte, parece poco verosímil que un predador costero (como se supone que fue el Carcharocles megalodon) tan grande haya pasado desapercibido durante tanto tiempo.
Dado que los peces crecen durante toda su vida, esos enormes tiburones podrían ser simplemente ejemplares de jaquetón de avanzada edad; sin embargo, a diferencia de éstos, se les ha descrito como completamente blancos.
Otros Tiburones casi desconocidos por la Ciencia
Bibliografía
¿Que era un Megalodon?
Algunas especies de tiburones tienen un tamaño bastante respetable. Afortunadamente, las dos especies mayores, el tiburón-ballena(Rhincodon typus) y el peregrino (Cetorhinus maximus), son peces filtradores, que sólo se alimentan de plancton, por lo cual son inofensivas para el hombre. El tiburón-ballena alcanza los veinte metros de longitud y veinte toneladas de peso; la longitud máxima confirmada del tiburón peregrino, que puede pesar hasta cuatro toneladas, se acerca a los diez metros, aunque se han señalado ejemplares de hasta quince metros de longitud. El mayor tiburón carnívoro viviente es el tiburón blanco, (Carcharodon carcharias), en realidad es de color gris azulado; sólo la región ventral es blanca. El tiburón blanco, puede sobrepasar los siete metros de longitud y pesar más de tres toneladas.Pero incluso este tiburón se quedaría pequeño al lado del Carcharocles megalodon, una especie fósil conocida sólamente por sus dientes, de hasta veinte centímetros de longitud, el triple que los dientes del jaquetón, y por algunas vértebras. Se ha calculado que este tiburón podía alcanzar entre quince y veinte metros de longitud total y un peso de treinta toneladas.
Entonses ¿Existe aùn el Megalodon?
El aviador y pescador deportivo Pierre Clostermann, en su libro “Des poissons si grands” (1969), relata, sin citar sus fuentes, un suceso interesante, supuestamente acaecido en 1954: Durante una tormenta en aguas de Timor (Indonesia), el balandro australiano Rachel Cohen sufrió un violento choque. De vuelta en Adelaida, cuando se fueron a realizar reparaciones en el barco en dique seco, aparecieron incrustados en la quilla de madera, formando un semicírculo de casi dos metros de diámetro, diecisiete dientes de jaquetón de unos diez centímetros de longitud y ocho de base, a la altura del eje de la hélice, que estaba torcido. Es muy frecuente que los reflejos de las hélices de los barcos atraigan a los jaquetones; el que atacó al Rachel Cohen debía de medir, de acuerdo con los ictiólogos australianos que, según Clostermann, examinaron el barco, veinticuatro metros de longitud.
La existencia actual del Carcharocles megalodon, o de otra especie de tiburón gigante, podría explicar las observaciones esporádicas, principalmente en aguas australianas y sudafricanas, de enormes tiburones blancos de más de veinte metros de longitud. Algunos de los testigos han sido marinos o pescadores experimentados, por lo que la confusión con otras especies conocidas de tiburones, como el tiburón-ballena o el peregrino, es poco probable. Por otra parte, parece poco verosímil que un predador costero (como se supone que fue el Carcharocles megalodon) tan grande haya pasado desapercibido durante tanto tiempo.
Dado que los peces crecen durante toda su vida, esos enormes tiburones podrían ser simplemente ejemplares de jaquetón de avanzada edad; sin embargo, a diferencia de éstos, se les ha descrito como completamente blancos.
Otros Tiburones casi desconocidos por la Ciencia
Bibliografía
wiAgassiz, L. 1.-1.-5. (22 de junio de 2010). Carcharodon megalodon. Recuperado el 8 de abril de 2011, de http://es.wikipedia.org/wiki/Carcharodon_megalodon